martes, 16 de diciembre de 2008

Segunda andanada: Pijo´s War II


Apenas tres semanas desde que recibí la primera carta de Luigui me llegó la segunda, esta dirigida ya a Manolo, alias "Melenas", y a mi, lo que me hace pensar que Manolo (el muy malandrín) se libró de las novatadas y llegó al colegio bien entrado el año académico.
Pero esas tres semanas dieron para mucho en Madrid. Dos conciertos, dos buenos trallazos de jevi metal, mi bautismo de fuego en el rock en directo. El primero de ellos fue una fiesta organizada por el programa de radio DiscoCross para celebrar su 10º Aniversario (increíble, pero en aquella época no había emisoras de radio en Almería que transmitieran jevi metal, y en Madrid un programa celebraba su 10º Aniversario). Me gustaría tener recuerdos de aquel concierto en la Sala Rock Club, pero para qué nos vamos a engañar... no recuerdo absolutamente nada. Una pena porque las sensaciones serían numerosas e intensas. Actuaban Barón Rojo, Jupiter, Ñu, y Niagara, ahí queda eso, las cuatro bandas punteras del jevi español, en los tiempos de mallas ajustadas, chupas de cuero y tachuelas, parches a la espalda, muñequeras de pinchos, y el pelo cardado hasta la raíz.

Una semana más tarde nos metimos en la mítica Sala Canciller a ver a los Uriah Heep. Qué hacía yo allí aquel día es todo un misterio para mi hoy, si tenemos en cuenta que no conozco ni una sola canción de este grupo. Imagino que me pudieron las ansias, y los años de carencias metálicas en este barrio que sigue siendo Almería me hicieron acudir como el pobre agarraría mendrugos de pan en la casa del rico.

Manolo y yo reportamos nuestras vivencias a Luigui que de inmediato nos respondió con otra carta y otra joya de comic. Todo sigue girando en torno a la música: lo más IN eran los U2, que eran bastante chulisputis, aunque Danza Invisible no le iban a la zaga con su "Sabor de amor", sin olvidarnos de Un pingüino en mi ascensor, o el rotundo llenazo de Mecano en el Hammersmith de Santa Fé al que asistieron más de diez millones de personas.

Por otro lado, Ratt pegaba fuerte con su "Reach For The Sky", mi tupé vibraba al ritmo de los Keepers de Helloween, el Calbache (que estaba como una cabra) se volvía cuerdo con los Metallica, y Sala X empezaba a despuntar en los ambientes rockeros de Almería.




Luigui nos pidió que le encontraramos algún "pirata" de Iron Maiden, y ahora me vienen los recuerdos de cuando existían los discos "piratas", y de como se ocultaban tras los mostradores de El Rastro de Madrid como si fueran auténticos tesoros. Y recuerdo también de los negocios que se montaron algunos grabando en cassetes desde vinilo y vendiendo las Sonys y las TDKs al por mayor, 300 pesetas las de 60 minutos, 500 las de 90, ¿dónde estaban Teddy Bautista y Ramoncín? Supongo que por aquel entonces había todavía gente que escuchaba su música. Hoy en día son hienas, mientras que otros, como AC/DC, siguen llenando estadios, y las entradas de sus tres conciertos en España vuelan como caramelos a la puerta de un colegio.

Bueno, no me extiendo más, y demos paso a lo bueno. Todos estos recuerdos estaban magistralmente aderezados con una galería de ilustraciones, y un comic a dos páginas que ahora comparto con vosotros.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Tarde de toros en Retamar


Años más tarde de la creación del documento original sucedió un Expediente X, y tomé buena nota del mismo con objeto de retomar la tarea de documentación de la historia negra de Retamar. Pero las críticas fueron muy duras y desde entonces no volví a relatar más Expedientes X. Hasta que encontré el documento original no me di cuenta de lo que le faltaba a éste: el Epílogo. Bueno, más vale tarde que nunca, se escribe y punto. Y como va de toros: ¡va por ti, Emi!

Ahora que aún tengo recientes los hechos, me dispongo a relatar el que pudiera ser uno de los Expedientes X más bochornosos de los registrados hasta el momento. Coprotagonizado por Pesckie y Nono, todavía hoy me entran escalofríos por la vergüenza ajena sufrida.

Para poner en antecedentes, este es el claro ejemplo de Expediente X que se produce una vez entre un millón, pero que cuando llevas un millón de días haciendo lo mismo, sabes que tarde o temprano llega a ocurrir. Nosotros tomando café, chicas de buen ver en la mesa de enfrente, guiños, gracias, gestos, miradas... ji-ji, ji-ja, qué divertido.

Pero las chicas no estaban solas...

En la mesa de al lado, alguien desconocido, ajeno a todo y a todos, se sentía objeto de miradas y receptor de tales mensajes...

HELADERIA DE LA "MA'CAMEN", RETAMAR, AL
5:00 PM

Tarde apacible y soleada. El primero de la tarde: un negro zahíno de 120 kilos de peso (por lo menos), de la ganadería de Cuevas de los Ubeda, de potentes cuartos traseros y, sobre todo, delanteros, abigarrado, bravo y peleón. Entra en la plaza arrollando sillas y mesas, embistiendo con ambos pitones, con la soltura y la elegancia de una columna de hormigón armado. En frente, dispuestos a recibir al animal, Pesckie y Nono, tiernos, barbilampiños; azulado con tonos verdes el primero, y de rojo y reflejos morados el segundo, ambos de mirada soslayada y esquiva.

El animal, garras dispuestas e idóneas para tocar un piano con teclas de 28 metros cúbicos, recoge sus pescuezos con la candidez con la que un padre sostiene el tierno cuello de su recién nacido, y profiere amenazas varias de las que se consiguen registrar unas cuantas como "que os llevo observando un rato y no hacéis nada más que mirar", "que no me miréis", "que vosotros no me conocéis", "que yo he sido portero del Juan Asensio", "que por menos de ésto le meto un puñetazo a uno", "que yo no me equivoco", "que me he podido confundir pero no me equivoco", ...

El aparato digestivo de ambos aspirantes a tomar la alternativa acelera sus funciones, el animal escapa, pasa de largo, da un paseo por el ruedo... ji-ji, ji-ja, risa nerviosa de los "novilleros"... y vuelve a la carga, esta vez embistiendo desde lejos y con un dedo como una morcilla de 28 kilos dirigido a sus víctimas en actitud amenazante... aspirantes: mirada al suelo, que interesante colilla hay debajo de la mesa, etc, etc. La bestia se reafirma en su postura y sale de la plaza sin recibir un solo capotazo.

Entre tanto, Marcelo, Federo y yo, perplejos y aliviados de no vestir el traje de luces esa tarde, contemplamos la escena junto con un público enfervorizado. Edu sale al quite al rato para preguntar qué es lo que ocurría sin que nadie pueda explicarlo con claridad.

Más tarde, ya a toro pasado, recapacitamos para ver que pudo haber ocurrido, ¿tuvimos algo que ver? Pero Pesckie y Nono no se avienen a razones. Ellos no hicieron nada. No saben cómo se le pudo ir la pinza al cazurro ese.
Ellos sólo miraban a las chicas.

En fin, no se vayan todavía, que aún habrá más...

Epílogo

¿Cuántas veces hemos oído hablar de extraños seres mitad hombre mitad animal? Górgonas, grifos, sirenas, faunos, centauros, ..., ¡MINOTAUROS: el poderoso Ser mitad hombre mitad toro! ¿Mitología o realidad? ¿Qué extraño ser se escondía tras aquella corpulencia extrema? Esa fortaleza física que rayaba en lo paranormal, ¿era de este mundo? ¿Y esa voz? Grave, hueca, pesada, ¿tal vez viniera desde el Más Allá? En fin, son muchos los interrogantes que quedaron en el aire aquella soleada tarde de primavera, pero pocos, muy pocos, los que fueron conscientes del peligro.